LA CERVEZA QUE TRANSMITE SENSACIONES
CERVEZA BRAGOOT (CERVEZA CON MIEL) ALMA TURDETANA
Y si unas de las cervezas más antiguas del mundo, con más de 6000 años de antigüedad volviera para recordarnos, que la calidad no se debe de perder, ni vender.
Que el desarrollo tiene que ser, hacia mejor calidad, aprovechando la tecnología y no en sentido de abaratar costes y anular lo tradicional por un subproducto industrial.
La historia de nuestra cerveza podría empezar cuando se descubrió la agricultura y la apicultura en la prehistoria o en la cultura Sumeria como relata el himno de su diosa Ninkasi .
Quizás hace 4000 años, cuando en Babilonia, en las bodas, el padre de la novia, Debia regalar a la pareja durante un mes cerveza con miel, para asegurar la fertilidad y los nutrientes necesarios.
La Bragoot como se denomina la cerveza con miel, reinventada por Egipcios, Vikingos, Tartessos y más tarde los Iberos.
Incluso cuando los romanos de tierras más húmedas y de preferencias hacia la vid, unos de los más poderosos como fue Julio Cesar, seguía prefiriendo la cerveza con miel, tras probarlas en tierras de agricultura más secas, tras conquistarlas.
O tal vez en Frigia (actual Turquía), donde la tumba del rey midas, estaba repleta de vasijas de cerveza con miel.
Puede ser que, por lo nutricional de esta, por su sabor, aroma, las sensaciones que despierta y las emociones que desata, sea la única bebida alcohólica, que se ha cocinado en la Casa Blanca, por ser la cerveza con miel, la debilidad del señor Obama.
En los años 60, antes de que la industria se redujera todo a sacar el máximo beneficio, en Inglaterra fue muy popular, pero ya sus costes de fabricación, la han hecho inviables a las expectativas de beneficio, quedando en el olvido.
Pero un grupo de pequeñas cerveceras, entre ellas Alma Turdetana de la más pura miel, condimentación, cinco maltas y dos tipos de lúpulo.
Le han querido poner otra vez en el sitio que merece
Traemos lo histórico conectado de forma innovadora, crítica y creativa.
Técnicas aplicadas con pasión que conectan con los sentidos.
El placer del sabor, aroma y color
(gracias al dulzor de sus 5 maltas, sus 35,2 Ibus en lúpulos y el redondeo en el retrogusto de la miel de azahar del pueblo apicultor de Hornachuelos), terminada con acentos de canela y vainilla natural.
Lo exótico de la excitación de los sentidos, por su naturaleza (la cual actúa de irradiación sanguínea) estimulando emociones y despertando sensaciones.
Van de la mano en lo nutritivo y medicinal. A los beneficios de la cerveza en sí, se le suma los muchos procedentes de miel, la cual está integrada en el proceso, y donde gracias a su alta calidad y cantidad, aporta una suavidad en textura. Además, hay que incluir el beneficio antibiótico de la miel junto al efecto inflamatorio de la canela con cerveza.
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